(In)finito es una pieza de interacción y de contemplación que propone una escucha atenta de todos los sentidos e invita al espectador a sumergirse en una experiencia multi-sensorial.

La obra semeja un universo de sonidos relacionados a la profundidad del mar, al agua en todas sus formas y dimensiones, invita a pensar el tiempo y el espacio y a apreciar el cuerpo en movimiento. Es una pieza cíclica, es decir, qué puede repetirse varias veces dando al espectador la oportunidad de elegir la experiencia que desea tener en cada una de las intervenciones, ya sea transitar, contemplar, cerrar los ojos, participar o imaginar.

La sonoridad y la luz de la obra está realizada en vivo por la artista en escena, a través de los objetos sonoros que resuenan y van afectando, integrando o modificando sonidos, creando un ambiente envolvente.